NOTA DEL AUTOR
En cada articulo y en cada nota que escribo o comparto en este blog, que es de todos ustedes, siempre trato de entregarles y regalarles las bellezas y bondades de mi isla, y en estos tiempos que vivimos absolutos internacionalmente, hay un azote que nos agita violentamente, esa una plaga, es la violación constante de los derechos del otro, la crueldad, el exceso y la profanación.
Hablar o escribir de Isla de Margarita es hacerlo pensando en la belleza de su geografía, en las bondades que nos ofrece un lugar lleno de matices en su cultura y su gente, es aludir el paraíso tropical, es atender un canto oriental , es escuchar un galeron margariteño, es sentir el toque de la mandolina, es oir el canto de las gaviotas, es imaginar sus blancas arenas, es visualizar sus playas cristalinas, es percibir el sonido del mar, evocar un sancocho de pescao , o paladear sus exquisiteces marinas.
Meditar y hablar sobre Isla de Margarita , es idealizarla como el tesoro anhelado, es conceptualizarla en una perla, la perla que tenemos y posee el caribe venezolano.
Nuestra isla está herida, y muchos de nosotros/as sentimos una cruda amargura e impotencia porque la amamos, la añoramos, y quisiéramos devolverle toda su majestuosidad, y advertir la potencialidad de un pueblo noble, desinteresado, honesto, honrado, íntegro, limpio, probo, humilde, amable y sencillo, ese pueblo margariteño aun existe pero, si no se inclina ante DIOS, se lo esta llevando una dolencia infernal.....
Margarita me duele, y me duele mucho, no es la tierra donde nací, pero es la tierra donde me llevaron desde niña, donde me formé, donde me crie, es la tierra que por herencia PapaDios me dio; soy margariteña por opción y adopción, me duele estar lejos de sus tierras, de sus playas, de su sol, de su calor y de su gente, que es mi propia gente; gente que ha permitido que pasen cosas, gente que ha aprobado conductas que no pertenece a un pueblo con acervo cultural -religioso potente; una isla que por tradición es la casa de la patrona de Oriente, y parece que se les olvida que son parte de una tierra bendita y privilegiada.
Margarita esta herida, pierde hijos valiosos en manos impunes, y esta herida porque sufre de síndromes que no la dejan ver la realidad; tiene el Síndrome de Münchhausen por poder, es presa del síndrome de Wendy, y padece del síndrome de Estocolmo.
Margarita me duele porque es la tierra que amo, es la tierra que añoro, y es la tierra de mis sueños, y en este momento rememoro una hermosa canción que plasma en cada palabra el amor que siento y profeso por mi bella tierra, mi Isla Margarita, una canción de Claudia Franco, la cual transcribo y comparto con uds para para cerrar este post de hoy:
Margarita, Tierra pá buena
Mi Margarita , eres la mata de ilusiones
donde el amor es cual salitre que se pega
a donde el viento siempre va de vacaciones
y al que le falta identidad no se la niega.
Si bien es cierto que no eres la misma de antes
que no hay ni rastro de tu esencia conuquera
aún conservas esos aires naturales
vestigios de la bendición que Dios te diera.
Cuanto te quiero mi Margarita
Dios puso el suiche del amor
entre tu brisa y tu calor
cuento te quiero, mi isla bella
Tierra pa´ buena donde vine a nacer yo.
Aun deambulan fresquesitas por mi mente
esas historias que mi abuelo me contaba,
que provocaba ser un niño eternamente
y andarse solo por las calles no asustaba.
Mas he aprendido que a pesar de la corriente
no hay bella playa, monumento u otra cosa,
que se compare con lo grande de tu gente
que te Defiende, te Ilumina y te hace Hermosa
Cuanto te quiero mi Margarita
Dios puso el suiche del amor
entre tu brisa y tu calor
cuento te quiero, mi isla bella
Tierra pa´ buena donde vine a nacer yo.
Eres mucho mas de lo que se aprecia a simple vista,
falta averiguar cuanto te valorara el turista..........
¿Cuanto valoramos a nuestra Isla? ¿Cuanto la amamos? ¿Cuanto respetamos nuestra Tierra? ¿Cuanto nos valoramos, como parte de una Isla, como hijos adoptivos o propios margariteños? Yo hago mi parte, amándola, potenciándola, respetando su cultura y tradiciones...., ¿Y Tu que haces por nuestra Isla Margarita? Unamos esfuerzos y no permitamos que nuestra isla siga siendo corrompida.
